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Éxito rotundo del Festival Matemático en el centro de Coyoacán

Durante los días 12, 13 y 14 de noviembre de 2010 se llevó a cabo el Festival Matemático en el Jardín Hidalgo de Coyoacán. El proyecto, encabezado por el Instituto de Matemáticas de la UNAM, buscaba acercar las matemáticas a todos los capitalinos y presentar una faceta más amable de la disciplina. A juzgar por lo que se vio en Coyoacán, ambos objetivos se cumplieron con creces y acá presentamos una crónica de todo lo que se hizo durante casi seis meses para convertir en realidad este proyecto.

La idea ronda varias cabezas. Un buen día, alguien pregunta —¿Te lanzas?—; la respuesta es afirmativa e inicia la aventura del Festival Matemático, proyecto que habría de durar cinco meses y medio, apoyado principalmente por la UNAM —donde además del IM, participan la Facultad de Ciencias, la FES Acatlán, el Instituto de Geofísica y el Museo de las Ciencias Universum, el Conacyt, la Delegación Coyoacán y la Academia Mexicana de Ciencias.

El inicio es lento, no hay dirección trazada. Se va con tiento porque se desconoce la tierra que se pisa. Luego de varias vueltas, el Comité Organizador queda definido con sus 14 integrantes que son estudiantes —en su mayoría del posgrado de matemáticas del IM—, académicos y hasta un administrativo: Gabriela Artigas, Adriana Dávila, Christian Delgado, Manuel Flores, Concepción González, Raúl González, Isabel Hubard, Gustavo Jasso, Camilo Ramírez, Roberto Romero, Eduardo Sacristán, Martha Sandoval, Rosalía Torress y Paloma Zubieta. Con el paso del tiempo, se encuentra la manera de avanzar, primero en la selección y diseño de actividades, luego en pasar de los sueños a la realidad. En total, se tienen 18 actividades distintas repartidas en 14 espacios en un área de 600 metros cuadrados. Además, en el auditorio, habrá un total de siete “tertulias” de media hora cada una, durante sábado y domingo, a cargo de Sergio Rajsbaum, Max Neumann y Hugo Rodríguez.

La fecha se viene encima y el ritmo del último mes es vertiginoso. Tan sólo dos semanas antes de que se lleve a cabo el evento, se publica la página y se comienza la difusión. En menos de una semana se reúnen más de 300 solicitudes de voluntarios para llevar a cabo la proeza. Se hace una capacitación general en el fin de semana previo al evento con la asistencia de más de 150 personas —en su mayoría estudiantes y profesores, no sólo de la UNAM sino de otras instituciones educativas y durante la semana, se habilita en forma específica para las actividades al mismo tiempo que se alistan los materiales para utilizar y se afinan muchos detalles.

El viernes a las 9:30 de la mañana, ya estamos en el Jardín Hidalgo de Coyoacán. Hay muchísimo por hacer y faltan manos, pero aún así, una hora y media después, iniciamos pues el público ya espera y las camisetas azules de todos los voluntarios inundan el lugar.

Lo primero que nos sorprende —ya que por todos es sabido que en nuestro país se lee muy poco— es que muchas personas se detengan a leer las mamparas con información y lo segundo —y que no dejaría de asombrarnos mientras transcurre el Festival— es que las personas llegan de muchos lugares e instituciones educativas de la ciudad y del país, solicitando que vayamos aquí y allá, que repitamos el evento e incluso, pidiendo que nos quedemos más días en Coyoacán.

A las 13:30 se efectúa la inauguración. En el presidio, se encuentra el Dr. Javier Bracho, director del IM, el Jefe Delegacional Raúl Flores García, la Dra. Judith Zubieta García como representante de la Academia Mexicana de Ciencias y el Mtro. Adalberto López López, Secretario de Estudios Profesionales de la FES Acatlán.

En el transcurso del día, oleadas de estudiantes provenientes de primarias cercanas y de la Prepa 2 se suman a la algarabía propia de una romería donde las matemáticas son el tema que nos une a todos.

Y así, durante viernes, sábado y domingo, más de 30 000 personas nos visitan. Con más de 200 voluntarios repartidos en dos turnos por día, un staff de diez personas y el Comité Organizador, se sirven durante los tres días 450 comidas y no nos damos abasto con el público. Hay voluntarios que se quedan a doblar turno o que asisten más horas o días de los convenidos, además de otros muchos que aparecen y se suman, con nada más que ganas de participar.

Agotados pero felices, al terminar la jornada más ardua el domingo por la tarde, todos los voluntarios presentes nos reunimos ante el domo geodésico de tres metros de alto para tomarnos una foto y surge, inconfundible, el grito de “Goya” que resuena en el centro de Coyoacán. Cada uno sabe que pese a todo, el evento tuvo éxito y que logramos, con creces, nuestro objetivo.

Dicen que en este país no hay interés por las matemáticas. El revuelo suscitado por el Festival Matemático muestra lo contrario. El IM tiene un gran reto por delante en la divulgación de las matemáticas pero la respuesta de la sociedad en su conjunto nos confirma que vamos en el rumbo correcto. No queda sino agradecer a todos los que asistieron y participaron en este proyecto e invitarlos a que sigan pendientes de la importantísima labor de “culturización” matemática de la sociedad mexicana emprendida por la UNAM hace cien años y que hoy, el Instituto de Matemáticas, toma entre sus manos.

 

Para más información, consulta http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2010_674.html 

La página del evento la puedes encontrar aquí.

Toda la familia en el mosaico de Penrose.

 

Muy atentos en la lotería.

 

El rompecabezas múltiple.

¿Jugamos dominó?

¡Esto sí que es un verdadero nudo!

Toda la familia construyendo un domo geodésico.

Muy atentos todos en las "tertulias".

¿Podrás ganar en el juego del Nim?

Armar un cubo no tiene edad.

 Jugando a las torres de Hanoi

 En el gato tridimensional.